7 detalles a tener en cuenta al elegir zapatillas de voleibol

Los deportistas profesionales y aficionados al deporte están expuesto a sufrir lesiones podológicas propias de las actividades que practican, las que se pueden prevenir en buena medida con un calzado adecuado al tipo de deporte y la biomecánica del deportista.

En este campo entra la podología deportiva para asegurar que elementos como la estabilidad, tracción, amortiguación, ajuste entre otros, sean cubiertos por el calzado deportivo.
Las principales tiendas deportivas y centros de podología en Lima, se encuentran en el distrito de San Isidro, por eso la siguiente lista enumera los criterios descritos por podólogos de ese distrito.
Criterios para elegir zapatillas de voleibol.

1. Peso. Las zapatillas de vóley suelen ser livianas para asegurar la agilidad de los jugadores, por ello utilizan materiales sintéticos y telas tipo malla [mesh], estos materiales son ligeros y aseguran la transpirabilidad.

En el caso de zapatillas para mujeres el peso de una zapatilla se encuentra entre 9 – 11 onzas, en el caso de varones varía entre los 11 – 15 onzas.

2. Tracción. La tracción superior es lo que diferencia el calzado de vóley de otro tipo de calzado deportivo. Esto debido a que la cancha de juego es lisa y requiere un mayor agarre en los movimientos rápidos.

Incluso, los mismos jugadores buscan aumentar la tracción para evitar deslizamientos.  Sin embargo, se establece que las suelas deben ser de caucho flexible y suave, con una buena banda de rodadura. Debido a ello, los patrones de la banda de rodadura muestran patrones intrincados para asegurar una mayor tracción.

3. Soporte lateral.  Conseguir estabilidad es importante porque se ejecutan muchos movimientos laterales por lo que se requiere apoyo en los laterales y tobillo, debido a la tensión que se ejerce en estas áreas, que pueden provocar esguinces.

Aquí cobra importancia la entresuela como punto de apoyo del pie, debe ofrecer flexibilidad y estabilidad para bloquear los disparos en diversas direcciones.

4. Amortiguación. La práctica de vóley requiere que el jugador salte varias veces durante el juego, lo que resulta casado para los pies. El impacto con el suelo duro de manera repetitiva resulta debilitante para los ligamentos alrededor del tobillo. La amortiguación del talón y el ante pie le corresponde a la entresuela y la plantilla, que deben estar acondicionadas para absorber el máximo impacto.

5. Confort y ajuste. Esto aplica a cualquier tipo de calzado, sea casual o deportivo, sin embargo, las zapatillas deportivas de vóley no deben permitir que el pie se mueva libremente dentro del calzado, debe ajustar, pero no apretar, respetando el ancho de un dedo en el espacio entre los dedos y la parte final del calzado.

6. Transpirabilidad. Durante el juego el pie se sobrecaliente y suda, por eso los materiales de fabricación deben favorecer la transpiración natural del pie, para maximizar el confort.  Un buen flujo del aire se consigue por el tipo de malla que usa el calzado, los agujeros de ventilación y la absorción de humedad de los materiales.

7. Durabilidad. Para evitar un desgaste prematuro de la zapatilla se debe reforzar la suela superior. Una zapatilla de voleibol de calidad tiene un ciclo de vida de una temporada de máximo 5 juegos a la semana. La durabilidad decae a medida que el borde pierde fuerza en la tracción o el punto de apoyo alrededor del tobillo y laterales se debilita.

Para evitar alteraciones en la dinámica podal y en busca de favorecer el mejor rendimiento del jugador, las Clínicas podológicas especializadas en deportes realizan estudios de biomecánica del jugador, la frecuencia de entrenamiento y otros parámetros que permitan elaborar elementos de apoyo personalizados como platillas ortopédicas computarizadas que se complementan a la perfección con las zapatillas deportivas.