¡Corre! ¡Es buenísimo para tu salud!

 Suele suceder muy a menudo que, en medio de la rutina del día a día, de las preocupaciones cotidianas como la de qué comerán los niños mañana, qué respuesta daré en mi entrevista de trabajo, cómo habré salido en mi último examen de estadística, cómo pagaré la deuda que cada día crece más; dejamos -aunque involuntariamente- de lado cuidar nuestra salud y no asoma –si quiera- la idea de organizar un tiempito para dedicarlo a nuestro bienestar físico (y también emocional). El día de hoy te enseñamos cuán favorable es para ti y para los tuyos, que se pongan sus zapatillas y trajes deportivos ¡y que salgan a correr!

En primer lugar, correr minimiza los riesgos de que padezcas distintas enfermedades. El hecho de mantenerte activo provocará, hasta cierto punto (de la mano de una dieta saludable), que evites contraer diabetes, hipertensión o colesterol/triglicéridos alto.

Por otro lado, tu corazón será el más beneficiado si decides establecer una rutina de ejercicio diaria. Respirar aire fresco (sobre todo si sales a correr por la mañana) ayudará a tu corazón a irrigar la sangre por todo el cuerpo con mayor facilidad. (¡y también para facilitar tu digestión, proporcionando más agua para mejorar su funcionamiento!).

Por tratarse de un ejercicio de impacto, tus huesos, cartílagos, tendones, ligamentos y articulaciones se verán mucho más fortalecidos.

Es conveniente para lucir una figura esbelta -aparte de saludable-, ya que tonifica tus músculos y tu piel y te ayuda a bajar de peso. En las piernas, el abdomen, los brazos y la espalda notarás los resultados.

Tendrás más noches de sueño de calidad. El esfuerzo físico (sin exagerar, claro) contribuirá a que descanses más placenteramente, esto gracias a la segregación de endorfinas que relajan y despejan el cerebro.

Olvídate del estrés y de la depresión, correr hará que queden atrás todas tus tensiones y preocupaciones, a la vez que en medio de una introspección las ideas y el optimismo fluirá ¡y tendrás un mejor día!

Recuerda que es recomendable correr hasta cuatro horas antes de irte a dormir. No abuses, correr tres o cuatro horas lo único que hará es agotarte y probablemente no sea tan bueno para tu salud. Varios estudios demuestran que con correr una hora al día es suficiente para mantenerte sano. Así que empieza procurando salir (a trotar, los primeros días) a correr cada mañana un par de horas antes de darte el baño, alistarte e irte a estudiar o a trabajar. 

Si tienes hijos, intenta hacerlo mientras duermen o anímalos a salir contigo si no son muy pequeños. Si piensas que puedes llegar a aburrirte (lo cual es poco probable), crea una lista de tus canciones favoritas, coge tus auriculares y disfruta. Si conoces a alguien que necesite esta TERAPIA, invítala/o, es probable que ambas/os se diviertan a la vez que contribuyen con su salud. No olvides llevar tu botella de agua (NUNCA helada*) para mantenerte hidratada/o. ¡Vamos! 

*Ingerir alguna bebida o alimento helado, con el cuerpo caliente o sudado, podría ser mortal.